martes, 31 de julio de 2012

Fideicomisos hechos para lavar dinero.

Fideicomisos hechos para lavar dinero.



En un intento por “frenar” el lavado de dinero en el sistema bancario estadunidense, la clave “Restricción MX” estará presente en todas las operaciones que los bancos de ese país reciban desde México. Sin embargo, el verdadero problema se encuentra en fideicomisos que ocultan el blanqueo de capitales y el dinero de los políticos que los bancos documentan libremente en sus cuentas de orden.

Para el Senado estadunidense, el lavado de dinero en los bancos multinacionales con operaciones en México y Estados Unidos no se limita a las operaciones en efectivo, en dólares o a las cuentas bancarias abiertas en paraísos fiscales. 

Instrumentos bancarios como los fideicomisos, que no sólo garantizan el secreto bancario sino que también ocultan a los verdaderos beneficiarios de los recursos depositados, se han convertido en una gran herramienta para el lavado de capitales sin que, hasta ahora, el sector bancario en Estados Unidos cuente con instrumentos para identificarlos, reconoce el Subcomité de Investigaciones Permanentes del Senado de ese país. 

Además, si bien identifica a las transacciones en efectivo como una gran fuente de recursos para el blanqueo de capitales, es el pobre trabajo realizado por el sector en ese país –dirigido a identificar a “personas políticamente expuestas”– lo que ha debilitado el cumplimiento de las medidas contra el lavado. México y sus políticos son ejemplo de esta situación. 



En una carta enviada a James H Freis, quien durante cinco años dirigió el órgano del Departamento del Tesoro contra el lavado de dinero, el Financial Crimes Enforcement Network (Fincen), Carl Levin, presidente del Subcomité Permanente de Investigaciones de Senado estadunidense, aseguró que algunas de las nuevas disposiciones que prepara ese organismo multilateral contra el blanqueo de capital podrían representar un paso atrás en la lucha contra el lavado de dinero y que las grandes amenazas se encuentran en instrumentos como los fideicomisos, sin que hasta el momento se encuentren debidamente regulados. 

Levin, en dicha carta fechada el 1 de julio de 2012, en Washington, después de que Freis fuera despedido por sus magros resultados contra el lavado de dinero, recordó que el Subcomité Permanente del Senado dio a conocer en 1999 la existencia de la sociedad Trocca, Ltd, creada por la división privada de Citibank a través de una filial en Islas Gran Caimán (Cititrust) para uno de sus clientes: Raúl Salinas de Gortari, hermano del expresidente de México, Carlos Salinas de Gortari. 

Cititrust, aseguró Levin en su misiva, constituyó en 1992 una empresa en un paraíso fiscal en la que sus accionistas, directores y ejecutivos de esa sociedad offshore eran controlados directamente por filiales de Citibank. 

Un año después, Cititrust creó un gran número de fideicomisos y transfirió las acciones del corporativo Trocca a esos instrumentos, de tal forma que pudieran controlar por completo y sin obstáculos los títulos representativos de su capital. 

Desde el comienzo de la relación y operación bancaria –relata Levin en su carta al ahora exdirector del Fincen– Citibank logró que Raúl Salinas de Gortari no apareciera como beneficiario de las cuentas, acciones o activos de Trocca. Las órdenes del verdadero propietario eran recibidas por Citibank y así se manejaban las cuentas abiertas bajo sus indicaciones y siempre a nombre de la empresa offshore. 

Por ello, Levin insistió al Fincen que, en el corto plazo, los cambios regulatorios para combatir el lavado de dinero en Estados Unidos deben obligar a los bancos a identificar expresamente al beneficiario de activos depositados en el circuito bancario y “escondidos” a través de fideicomisos. 
Sin embargo, reconoció que se trata de un tema complejo: “el señor Salinas nunca, nunca, fue propietario de acciones en Trocca; él simplemente le dio a la división de banca privada de Citibank una carta de deseos, un mandato, que lo respaldaba y protegía como beneficiario de las cuentas manejadas por Trocca; sin embargo, esa carta no lo convertía en accionista de la corporación o lo facultaba con intereses accionarios en la compañía”. 

Levin, en dicha carta fechada el 1 de julio de 2012, en Washington, después de que Freis fuera despedido por sus magros resultados contra el lavado de dinero, recordó que el Subcomité Permanente del Senado dio a conocer en 1999 la existencia de la sociedad Trocca, Ltd, creada por la división privada de Citibank a través de una filial en Islas Gran Caimán (Cititrust) para uno de sus clientes: Raúl Salinas de Gortari, hermano del expresidente de México, Carlos Salinas de Gortari. 

Cititrust, aseguró Levin en su misiva, constituyó en 1992 una empresa en un paraíso fiscal en la que sus accionistas, directores y ejecutivos de esa sociedad offshore eran controlados directamente por filiales de Citibank. 

Un año después, Cititrust creó un gran número de fideicomisos y transfirió las acciones del corporativo Trocca a esos instrumentos, de tal forma que pudieran controlar por completo y sin obstáculos los títulos representativos de su capital. 

Desde el comienzo de la relación y operación bancaria –relata Levin en su carta al ahora exdirector del Fincen– Citibank logró que Raúl Salinas de Gortari no apareciera como beneficiario de las cuentas, acciones o activos de Trocca. Las órdenes del verdadero propietario eran recibidas por Citibank y así se manejaban las cuentas abiertas bajo sus indicaciones y siempre a nombre de la empresa offshore. 

Por ello, Levin insistió al Fincen que, en el corto plazo, los cambios regulatorios para combatir el lavado de dinero en Estados Unidos deben obligar a los bancos a identificar expresamente al beneficiario de activos depositados en el circuito bancario y “escondidos” a través de fideicomisos. 
Sin embargo, reconoció que se trata de un tema complejo: “el señor Salinas nunca, nunca, fue propietario de acciones en Trocca; él simplemente le dio a la división de banca privada de Citibank una carta de deseos, un mandato, que lo respaldaba y protegía como beneficiario de las cuentas manejadas por Trocca; sin embargo, esa carta no lo convertía en accionista de la corporación o lo facultaba con intereses accionarios en la compañía”. 

En 2010 las políticas acordadas entre los gobiernos de México y de Estados Unidos para controlar el mercado negro de dólares y restringir las transacciones en efectivo a través de intermediarios, como centros cambiarios, o directamente con los bancos –sobre todo en la frontera Norte– provocaron que el blanqueo de capitales buscara nuevos caminos para ingresar a los circuitos bancarios a través de otros mecanismos, indica el Departamento de Migración de Estados Unidos. 

“En los últimos siete años hemos visto cómo las organizaciones de narcotraficantes intentan una y otra vez ingresar fondos ilícitos a los bancos estadunidenses, pero evitando los reportes de transacciones en efectivo”, testificó ante el Senado el director de investigaciones del Departamento de Migración del gobierno estadunidense, Leigh H Winchell. 

Ante el Subcomité de Investigaciones Permanentes del Senado del vecino país que dio a conocer la investigación contra el banco HSBC, el 17 de junio Winchell dijo que el gobierno de Estados Unidos busca combatir el crimen trasnacional, en el marco de la Estrategia para Combatir el Crimen Organizado Trasnacional liberada en julio de este año. 


El responsable de la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC, por su sigla en inglés) en Estados Unidos, Thomas J Curry dijo, también en su testimonio ante el Senado estadunidense, que los narcotraficantes han mejorado sustancialmente sus métodos para introducir dinero sucio a los circuitos financieros de ese país. La tecnología y el acceso a un mayor número de productos y servicios financieros les ofrecen nuevas vías en su intento de blanquear capitales, aseguró Curry. 


La justificación de éste no fue suficiente para evitar que el Senado estadunidense señalara a esta agencia del Departamento del Tesoro como la principal responsable en el crecimiento de las transacciones irregulares con dólares que registró HSBC entre sus filiales de México y Estados Unidos. Curry simplemente falló en detener el lavado de dinero a través de los circuitos de la institución inglesa. 

Ante los investigadores del Senado estadunidense, el funcionario citó, sin éxito, algunos casos en los que participó la agencia: las investigaciones del banco Wachovia (vinculado al blanqueo del cártel de Sinaloa) y un caso de lavado de dinero en el que se involucra a Citibank y a Zions First Nacional Bank. 

Wachovia, por ejemplo, fue multada en marzo de 2010 con más de 50 millones de dólares por violar disposiciones contra el lavado de capitales. Fue este caso en el que también se investigó a HSBC y el que, asegura la OCC, contribuyó a que el gobierno mexicano impulsara restricciones a las operaciones con dólares en efectivo dentro de su sistema financiero. 

Y apenas en abril pasado, la OCC notificó a Citibank que estaba incurriendo en problemas internos de control y monitoreo con “operaciones sospechosas”. 
Frente a la presión del Subcomité de Investigación que conduce el influyente senador Levin, el Departamento del Tesoro, a través del Fincen, actualizó las medidas para prevenir el blanqueo de capitales a través de operaciones con dólares en bancos con operaciones en México. 

El memorándum del Fincen actualiza las restricciones dadas a conocer en 2010 y revela que la apertura en bancos de Estados Unidos y las operaciones interestatales estadunidenses proliferan como una nueva técnica para introducir dinero sucio a los circuitos financieros. También informa que el Fincen ha recibido información sobre el Sur de California como un punto importante para el retiro de efectivo para ubicarse como el punto final del “embudo” para el lavado de dinero. 

Por eso el Fincen, en sus alertas rojas, pide a la Banca que cambien la forma en la que han venido recibiendo transferencias de casas de cambio con operaciones en México: “repentinos incrementos en depósitos en efectivo, cambios rápidos y súbitos de fondos y grandes cantidades de efectivo en depósitos sin conocer la fuente y fondeo”, son señales a las que deben estar alertas los bancos, según el Fincen. 



Noticia tomada de: http://www.el5antuario.org/2012/07/fideicomisos-hechos-para-lavar-dinero.html, y re-difundida en El5antuarito.blogspot.mx

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